1. Expresar y gestionar emociones
Verbaliza necesidades de una forma asertiva, poner nombre a nuestras emociones,
compartir nuestras preocupaciones, defender los límites personales y aprender a decir NO.
2. Escribir
Este ejercicio es apto y muy efectivo para clasificar necesidades, para exponer preocupaciones y traducir en palabras las tensiones mentales.
3. Actividad física
Es siempre una herramienta excelente y saludable para reducir los síntomas de la ansiedad.
4. Técnicas de respiración y relajación
Nos permite estar más presentes, conectar con nuestras necesidades y aprender a respirar mejor ayuda a que nuestro cuerpo encuentre su punto de relajación.
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